Las escenas de Resident Evil fueron escenificadas con la crudeza de la realidad en Miami el pasado sábado 26 de mayo cuando un hombre caníbal terminó baleado por un policial, luego de que el sujeto se comiera la cara de otro hombre que dormía en la calle.
El caso se presentó en una de las rampas del puente McArthur, después de las dos de la tarde.