Resulta que dos diputados noruegos han coincidido en que la labor de Yoani ha sido importante, pacífica y contundente para darle tal reconocimiento.
El gobierno cubano, en cabeza de Raúl Castro, no ha reaccionado aún, pero es de esperarse una declaración en contra.
La activista de Derechos Humanos es una licenciada en filosofía que comenzó a denunciar en el site Generación Y, labor que desarrolla con mucha dificultad, a veces sólo contando con una conexión telefónica y con restricciones a su cuenta de la red Twitter.
Sus denuncias han sido castigadas en diferentes ocasiones con la denegación de salida del país, cuando la bloguera fue invitada a eventos.
Dagrun Eriksen, vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano noruego y Gunnar Gundersen del Partido Conservador, son los postulantes de Yoani Sánchez, quienes están propendiendo por la transición de regimen en Cuba y la libertad de expresión según sus declaraciones a varios medios europeos.
No sería tampoco el primer reconocimiento que recibe la bloguera cubana, aunque sí sería el más importante y trascendental, ya que hace cuatro años se hizo merecedora del premio Ortega y Gasset de Periodismo, categoría Digital.
Los diputados noruegos también se disponen a postular al galardón de paz al también cubano, Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación, uno de los disidentes más respetados dentro y fuera de Cuba del país caribeño.
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